Estoy alucinado y no salgo de mi asombro. Una cámara Leica del año 1923 se ha convertido en la más cara del mundo tras ser vendida por 1,32 millones de euros en una subasta en la galería Westlicht, en Viena. Después de veinte minutos de subasta, su precio fue creciendo hasta alcanzar finalmente los 1,32 millones. Sorprendente.
Esta cámara es el séptimo ejemplar de una serie de 25 prototipos fabricado por la empresa alemana de Ernst Leitz en 1923. Pero, ¿puede ser este precio lógico?. A mí no me lo parece.
Cierto es que la marca Leica es todo un mito dentro del mundo de la fotografía pero no creo que sea para alcanzar esta barbaridad.
En fin, que a los que tengan en su casa una colección de estos artilugios les recomiendo que miren bien a ver si van a encontrarse con tremendo chollo.
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